25.5.14

Frank Gehry y el Experience Music Project



El arquitecto Frank Gehry ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2014. Autor del Guggenheim de Bilbao y premio Pritzker en 1989, es el sexto arquitecto en recibir este reconocimiento. El jurado ha destacado la relevancia y la repercusión de sus creaciones en numerosos países, con las que ha definido e impulsado la arquitectura en el último medio siglo.
El estadounidense, nacido en Toronto (Canadá) en 1929 y que reside en Estados Unidos desde los 15 años, se convierte así en el sexto arquitecto que obtiene el galardón tras Óscar Niemeyer (1989), Francisco Javier Sáenz de Oiza (1993), Santiago Calatrava (1999), Norman Foster (2009) y Rafael Moneo (2012). Este año optaban al premio -dotado con una escultura de Joan Miró y 50.000 euros- 36 candidaturas de 19 países.
Entre sus edificios, caracterizados por un juego virtuoso con formas complejas, por el uso de materiales poco comunes, como el titanio, y por su innovación tecnológica, que ha tenido repercusión también en otras artes, destaca el Museo Guggenheim de Bilbao (1997) que, junto con el edificio para la bodega Herederos del Marqués de Riscal en Elciego, Álava (2006), son sus fieles representantes en nuestro país donde recientemente ha proyectado la Torre de Sagrera en Barcelona.
Son también muy representativos de su trabajo el edificio Nationale-Nederlanden, conocido como Casa Danzante, de Praga (1996), el Museo Aeroespacial de California (1984), el Museo Vitra Design, en Weil am Rhein, Alemania (1989), el Museo de Arte Frederick Weisman en Minneapolis (1993), el edificio del Banco DZ en Berlín (1998), la Torre Gehry en Hannover (2001), el Centro Stata del Instituto Tecnológico de Cambridge (2003), el Walt Disney Concert Hall (2003) y el Centro Maggie's Dundee en Escocia (2003).

Sin embargo, y me llama la atención, no viene recogido en las glosas e inventarios ilustres aparecidos estos días en las notas biográficas y referencias del premiado arquitecto canadiense un augusto levantamiento, una fastuosa Casa-Museo a mayor gloria del guitarrista de rock Jimi Hendrix en la muy noble villa de Seattle, costa oeste americana y cuna y origen de la zurda más rápida jamas vista al otro lado del Mississippi, el Experience Music Project, incluido como un componente más del complejo cultural Seattle Center, que incluye, además del pesebre de Hendrix, el Centro de Ciencias Pacific, un museo y un teatro para niños, la Casa de la Ópera, los teatros Bagley Wright y Seattle Center y el Key Arena, exclusivo para deportes y eventos especiales.




El Experience Music Project es un museo del rock donde la épica universal del género descansa como modelo de guitarristas históricos además del respetuoso y amplio rincón reservado para Jimi Hendrix, que tiene allí su propio paraninfo donde reposan los trajes que utilizó en sus actuaciones, el mítico de la Isla de Wight, el de Woodstock, sus diarios, pedales y hasta los desechos chamuscados y destrozados de sus guitarras, incluida la que inmoló en Monterrey. Hay una referencia valiosísima a la historia de la guitarra eléctrica, desde la vieja inventada por Orville Gibson en 1897 hasta toda la saga Fender, pasando por la National Steel de Tampa Red en 1937 y ejemplares expuestos pertenecientes a Charlie Christian, Duane Allman, Roger Mc Guinn, George Harrison, Eric Clapton, Les Paul o Jeff Beck. Un manual de joyas reunidas para la historia.

En realidad es un homenaje a la historia del rock, donde obviamente tiene su hueco todo lo referente al sonido grunge, con material propio de Pearl Jam, Soundgarden, Alice in Chains o Nirvana: cartelería, ropa de actuaciones, entradas de conciertos, videos, etc. El colofón lo marca un gran estudio de grabación donde, con técnicos incluidos, te puedes marcar el single de tu vida por un precio simbólico.

El Museo proporciona uno de esos momentos excitantes en los que tu propia vida desfila entre sus vitrinas. Es una epopeya alucinante que arrastra tras de sí nombres y nombres que ves reflejados precisamente justo allí, en ése delirante instante. Seattle ha conquistado de repente su carácter etéreo e intangible y lo único que te queda es viajar 25 kilómetros dirección Renton, visitar el Greenwood Memorial Park y dejar un pequeño mechero de un conocido restaurante albaceteño junto a la tumba de Jimi Hendrix como avituallamiento para posibles despistados a la hora de las honras y alabanzas.

Mausoleo de Jimi Hendrix en Renton (Seattle)




Además, en el Experience Music Project, diseñado por Frank Gehry e inaugurado en 2000, tiene cabida también el SFM, Science Fiction Museum, un ofertorio creado para satisfacer las no menos pasiones míticas que rodean a toda la saga de la Guerra de las Galaxias empezando por lo relacionado con los maestros Jedi de la república galáctica y explorando y revisando igualmente su prole estelar. Muñecos, trajes, espadas, ewoks, simulaciones y todo lo referente al mundo creado por George Lucas quedan mostrados en grandes escaparates y paneles. El SFM es el museo ideal del fervoroso adicto a Chewbacca y su Conjunto.





Fotos: JAF

21.5.14

Artimañas el artesano


Momento culminante este de José Garrido que se decide a debutar en el siempre comprometido estado de la exposición pública siendo, como es, un tímido recalcitrante que suele quitar importancia a sus destrezas en el universo de las artes sonoras, didácticas y gráficas.
No es para menos, las acuarelas expuestas tienen una calidad exquisita -exquisiteces- y una presentación en la Casa Vieja de la calle Blasco Ibáñez sólo comparable a la conocida y delicada sensibilidad del autor para quien un mínimo detalle de centimetros, tonos o notas supone la gloria o la ruina total.
Artimañas en estado puro.
Jueves, 22 de mayo a las 20,00h.


JOSÉ GARRIDO
Acuarelas
Casa Vieja, (Blasco Ibáñez, 9. ALBACETE).
Hasta el 20 de junio de 2014

"Culpables de tamaño atrevimiento son, dejando aparte mi ya acreditada osadía en otras artes, Hortensia y Antonio Roldán, de la Casa Vieja y la Casa del Pintor, que me han animado a colgar mis acuarelas en las paredes de la primera de esas casas, en Blasco Ibáñez, 9.
Después de mi retiro, que me brinda la ocasión y el tiempo para cambiar las tizas por los pinceles y las guitarras, mi trabajo con el dibujo y la pintura es más asiduo y reflexivo, lo que viene a significar que es mejor, pues todo es cuestión de estudio y trabajo. Los títulos de mis acuarelas son redundantes. Si “Árbol” se titula la obra, en ella se encontrará un árbol reconocible. Es figurativa mi pintura, y por tanto no es imprescindible explicarla, que sí justificarla.  Figuración temperada, no excesivamente fiel a la realidad, tanto más lograda cuanto más sugiera y menos muestre. Esa es mi intención y mi meta, alcanzada en la medida en que hemos sido capaces de renunciar al detalle irrelevante en favor de sugerencia y la impresión". (texto de José Garrido)