28.12.08

Placeres confesables contra el horror compulsivo de comprar regalos

Libros, películas, cómics, discos, que han hecho historia



El 23 de diciembre a las siete de la tarde había un millón de personas en la calle Ancha, como cada 7 de septiembre a las diez de la noche en el Paseo de la Feria. Albacete, la ciudad, es lo que tiene: se echa a la calle espectacularmente en algunas fechas peculiares, en estos casos una para divertirse y agasajar las fiestas mayores, otra para disparar a bocajarro la compulsión por comprar para regalar.
Éste ejercicio se podía haber hecho antes, con más tiempo quiero decir, para utilizar la reflexión y el sano juicio a la hora de premiar al ser querido (vaya, ya me salió el tópico inevitable). Hubiéramos ganado un palmo de espacio que ésa tarde se cotizaba altísimo y hubiéramos evitado encuadrarnos en ésa avalancha de rostros desencajados con el pánico reflejado en las caras librando esa carrera no esperada contra el reloj de Papa Noel la noche del 24 de diciembre. Un tipo éste que no acabo de encajar, bueno, tratando de ser conciso: que me parece un poco idiota el hombre y encima impuesto por el sistema comercial ajeno a nuestro rancio abolengo consumista, yo que pertenezco a las generaciones del 6 de enero.
Ah!, pero amigos, la tarde del horror compulsivo yo guardaba un as en la manga. Unos días antes había pedido a nuestro dibujante internacional Sergio Bleda que me redactara una lista con los cómics que a su juicio todo aficionado a las viñetas debe tener. Hice lo mismo con el director del festival de cine de Albacete, Abycine, José Manuel Zamora, respecto a las diez películas que uno debe guardar en su archivo doméstico para echarles un vistazo de vez en cuando, sobre todo a la hora de contraprogramar con la televisión, no dada especialmente a lisonjas ni a tributos gloriosos e igualmente con el escritor Andrés Gómez Flores al que conozco desde hace mucho tiempo y sé de su buen gusto por los fogones y claro, la literatura: Diez libros que deban estar en cualquier estantería. Jugada perfecta. Tenía el listado ideal para quedar como Dios, ahora que acababa de nacer. Lo de la música ya lo voy reteniendo yo hace muchos años en mi propio disco duro y era lo que menos me preocupaba.
Así pues, estos son los listados/consejos que aquí mismo ofrezco para evitar en lo sucesivo la llamada Bronca del Regalo.


10 LIBROS, por Andrés Gómez Flores
1. Trabajos y días. Hesíodo (VIII a.C.).
El calendario de la vida lleno de sabiduría y advertencias como esta: "No siempre será verano; procuraos cabañas".
2. Ensayos. Michel de Montaigne (XVI).
Es el comienzo de la verdadera literatura. El libro de los libros. El libro en el que está todo lo que puede caber en una mente despierta.
3. La Religión de un médico y el enterramiento en urnas. Sir Thomas Browne (XVII).
La más aguda y extraordinaria reflexión acerca del destino de nuestros huesos: "¿Quien posee el oráculo de sus cenizas, o sabe hasta dónde habrán de esparcirse?".
4. Bouvard y Pecuchet. Gustave Flaubert (XIX).
La primera novela verdaderamente moderna. Un enciclopédico tratado de conocimientos casi siempre inútiles. Y sobre todo, el retrato grandioso de dos seres angelicales; dos rodieles inolvidables.
5. El proceso. Kafka (XX).
Una radiografía de la demencia de nuestro tiempo. Un hombre es arrestado y condenado sin saber por qué, sin haber hecho nada, víctima de la lógica implacable del absurdo. O sea, la vida misma.
6. Mientras agonizo. William Faulkner (XX).
Faulkner es la literatura en estado puro. Habría que leerlo contínuamente de cabo a rabo, pero tal vez esta sea su mejor novela. El monólogo interior de alguien que empieza a ver
las cosas desde el lado de la muerte.
7. El cuaderno gris. Josep Pla (XX).
Un compendio de la sabiduría modorra del payés catalán. El mejor libro escrito en España en todo el siglo XX. El libro que marca la señal entre troncharse de risa o morirse de asco. No sé si me explico.

8. El astillero. Juan Carlos Onetti (XX).

Onetti fue el primer grannovelista en lengua española.. Y esta es la mejor novela escrita en América del Sur. Y Larsen, su protagonista, uno de esos pocos personajes fantasmagóricos que uno ya no puede arrancarse nunca de los sueños.
9. Pedro Páramo. Juan Rulfo (XX).
Una joya de valor incalculable que encierra en sus pocas páginas el milagro de la literatura. Nadie ha contado mejor una historia. Ni nadie ha construido con materiales tan humildes un
monumento tan desmesurado.
10. Los anillos de Saturno. W.G. Sebald (XX).
Con este libro, Sebald ha trazado el camino por el que discurrirá la literatura en el futuro.
Realidad, ficción, viajes, notas, lecturas, fotografías, erudición, memoria, todo junto. Sebald es el faro y el maestro del porvenir de la literatura.
Andrés Gómez-Flores


10 PELÍCULAS. por José Manuel Zamora
1. Metrópolis.- Dir: Fritz Lang (DIVISA)
Título que no debe faltar en la videoteca de ningún aficionado. Versión supervisada por el Friedrich W. Murnau Stiftung, en espera de los últimos hallazgos de metraje encontrado sobre la película. Metrópolis inaugura la historia del cine.
2. The Cameraman.- Dir: Edward Sedgwick (WARNER)
Cualquier pack de los existentes sobre Buster Keaton, tampoco deben faltar. Además de estos, adquirir esta ultima edición de un titulo capital en la obra keatoniana, para deleitar las opíparas sobremesas navideñas.
3. Blade Runner.- Dir: Ridley Scott (WARNER)
Edición de lujo con cinco discos repletos del material que ha posibilitado el culto a un titulo referencial. Impecable master de imagen y sonido para ver más allá de la puerta de Tannhaüsser…
4. Vértigo.- Dir: Alfred Hitchcock (UNIVERSAL)
Esta edición 50 aniversario, tiene como indudable atractivo unos extras con opiniones de Martín Scorsese, Guillermo del Toro y otros, sobre la figura de Hitchcock o extractos de la mítica entrevista de François Truffaut.
5. PICKPOCKET.- Dir: Robert Bresson (AVALON)
Avalon ha editado varias películas del director francés capitales en la historia del cine. Si no se ha degustado antes, aconsejamos introducirse en el mundo de los bajos fondos de manera tan austera como emocional. Para paladares exquisitos.
6. Colección Ingmar Bergman.- Vol 1 y 2. (MANGA FILMS)
La todavía reciente desaparición de uno de los pilares del séptimo arte es excusa para volver a revisitar las estancias por donde habitan Liv Ulmann o Erland Josehpson. El primer encuentro con ellas es toda una experiencia vital.
7. Eraserhead.- Dir: David Lynch (VERSUS)
Edición remasterizada y completada con varios documentales sobre el enigmático Lynch. Completar con la recientísima edición de los marginados cortos del director también a cargo de Versus.
8. Arrebato.- Dir: Iván Zulueta (KARMA FILMS)
Si hay una película que muestre mejor la fagocitacion/fascinación/repulsión de la creación cinematográfica, es esta. Película que no es solo un titulo de culto, crece año tras año, y es un clásico moderno. Viva Zulueta¡¡¡
9. Joe Strummer.-Dir: Julian Temple. Ed. Coleccionista. (AVALON)
Modélico documental sobre la figura egocéntrica de la mítica banda The Clash, si alguien quiere conocer y saber como se hace un buen documental musical a la medida de estos tiempos tiene que visitar este titulo. Imprescindible.
10. Carlos Reygadas.- pack 4 peliculas (CAMEO)
Una de las voces del cine contemporáneo más personal y controvertida. Una mirada a una filmografía de provocación, referentes cinematográficos maestros y poética trascendental. Además, amigo de Albacete, pues nos visitó en el último Abycine.
José Manuel Zamora

10 CÓMICS, por Sergio Bleda
1. Todo Paracuellos. Carlos Gimenez. Debolsillo.
Título imprescindible de la historia del comic mundial. Carlos Giménez tira de sus recuerdos de la infancia para mostrarnos el drama de la guerra civil con una crudeza y una ternura inigualables.
2. Trazo de Tiza. Miguelanxo Prado. Norma.
Una obra maestra imperecedera. La sensibilidad narrativa y la maestría gráfica de uno de nuestros mejores autores nacionales al servicio de una historia envolvente y evocadora.
3. Batman Año Uno. Frank Miller y David Mazzucchelli. Planeta.
El origen del mito. La épica de los superhéroes en estado puro.
4. Batman. El regreso del Caballero Oscuro. Frank Miller. Planeta.
De nuevo Miller nos guía a través de la máscara del murciélago. Esta vez en una historia crepuscular sobre el bien y el mal.
5. From Hell. Alan Moore y Eddie Campbell. Planeta.
El de Jack el Destripador es uno de los casos sin resolver más conocidos. Tras él se encuentra un complicado rompecabezas y Moore y Campbell nos muestran todas las piezas.
6. Maus. Art Spiegelman. Mondadori.
Una inteligente vuelta de tuerca al drama del holocausto nazi. Conmovedor e hipnótico.
7. Ghost World. Daniel Clowes. La Cupula.
El sueño americano no es como nos lo contaron. El reverso tenebroso de las series de televisión para adolescentes de cabezas huecas.
8. Odio. Peter Bagge. La Cupula.
El comic juvenil de la generación de los noventa. Grunge, cerveza y sexo por compasión. No es un mal plan para un sábado por la noche.
9. Watchmen. Alan Moore y Dave Gibbons. Planeta.
Seguramente Watchmen sea a los cómics de superhéroes lo que “El Quijote” a los libros de caballería. Increíble. Preciso. Demoledor.
10. Ideas Negras. Franquín. Domen.
El lado más oscuro, satírico, crítico e irónico de uno de los mejores autores de historieta que ha habido nunca. Impagable.
Sergio Bleda

10 DISCOS
Miles Davis. Kind of Blue
Bob Dylan. Blonde on Blonde.
The Beatles
. Rubber Soul.
John Coltrane
. Blue Train.
Fela Kuti
. Expensive Shit.
Jimi Hendrix
. Electric Ladyland.
Frank Zappa
. Overnite Sensation.
Blind Faith
. Blind Faith
The Rolling Stones
. Aftermatch.
The Temptations. Masterpiece


El Brillo de los Días. Publicado en el diario La Verdad de Albacete. 28/12/2008

26.12.08

Eloy M. Cebrián y Los Fantasmas de Edimburgo



En mayo del 2007 la novela Los Fantasmas de Edimburgo fue finalista del XII Premio de Novela Fernando Lara de Editorial Planeta. En octubre del mismo año repitió puesto de finalista con la misma novela, aunque esta vez el premio era el Herralde de Anagrama. La novela se publicó en abril de 2008 en la editorial madrileña El Tercer Nombre.

Edimburgo de 1995, costa este de Escocia a orillas del río Fiordo de Forth, el joven matrimonio albaceteño formado por Eloy Miguel Cebrián y Paqui, profesores de filología inglesa y latín del Instituto nº 1 Bachiller Sabuco, respectivamente, descansan tranquilamente en un pequeño banco junto a la parada del autobús que ha de llevarles a la Universidad de la ciudad, uno de los centros históricos más importantes de educación y cultura durante la Era de la Ilustración y principal centro de formación del inquieto pedagogo. Han llegado allí reclamados por uno de sus habituales Cursos de Verano a los que Eloy ya se ha aficionado desde hace unos años. Pero Edimburgo no sólo es la capital de Escocia sino también la capital de todos los indigentes del mundo. Tradicionalmente, la ciudad está llena de pordioseros, desheredados, de una forma francamente llamativa, mucho más que Londres, Madrid o cualquier otra gran ciudad europea. Gente completamente arrastrada, alcoholizada, hecha una mierda en definitiva. Cada uno tiene su banco, o sea, todos los bancos de Edimburgo están ocupados por mendigos.

Aquel día, y lo cuenta ahora Eloy M. Cebrián, "Aparece un tío relativamente joven, con el pelo muy largo, cubierto de mugre de pies a la cabeza, y yo me puse a mirarlo como si fuera un animal en un zoológico. El tío se percató de que yo le miraba, se ofendió, el personaje daba realmente miedo, se plantó delante de mi y puso sus ojos a medio palmo de los míos; echaba un olor que tiraba de espaldas, me quedé acojonao, pensé que con ese tipo podía pasar cualquier cosa y encima con mi mujer al lado: me pega una hostia, me monta un cirio o vete tu a saber qué; estuvo así como cinco segundos y luego dio media vuelta y se largó, así, como si me perdonara la vida". De ése episodio real nacería un cuento y posteriormente el personaje esencial de Los Fantasmas de Edimburgo, la novela publicada en abril y gran sorpresa editorial del año. Ben El Ladillas, aquel plomo escocés arrogante y mal carado, mira por donde, acababa de pasar a la historia.

Eloy M. Cebrián ha estado a punto de tocar el cielo con la novela este año en dos editoriales del prestigio de Anagrama y Planeta. En realidad, el hecho de ser ya finalista de ambos premios le concede un reconocimiento que hasta ahora sólo había experimentado con algunos premios menores: "Es un mundo ése muy especial, lo he vivido también como jurado y la gente que se presenta suele repetir, te los encuentras en todas partes, se ramifican por toda la geografía española. La única manera de ganar premios es presentarte a todos los que se convocan y a mi eso me da mucha fatiga. Creo incluso que me perjudica, acabas escribiendo más para jurados que para el lector común". Al fin y al cabo, Cebrián vive de su profesión en el Instituto y puede permitirse el lujo de no escribir por necesidad, aunque tampoco como hobby, lo suyo es perversión, dice, una perversión recompensada con minutos de gloria, el que vivió recogiendo el premio Francisco Umbral de Novela, a principios de 2003, con El fotógrafo que hacía belenes o el Jaén de novela juvenil con Bajo la fría luz de octubre, una novela que se lee en Institutos y lleva ya siete ediciones. Todo ello sin salir de Albacete y con ése cierto desparpajo localista que a veces uno no puede evitar: "Hombre, no lo busco, pero creo que una de las cosas que nos caracteriza a la gente de Albacete es que en general tenemos bastante mala hostia y sin ella a lo mejor no hubiera sido capaz de haber escrito este libro. Yo sí lo extiendo a la idiosincrasia. El libro es un poco borde. Tenemos los de Albacete una actitud ante la vida bastante crítica".

El autor habla sobre el libro.
Hay algunos personajes del libro que son muy fáciles de identificar. Sobre todo algún profesor célebre del Instituto número 1.
Sí, claro que pasé por el Opus en Albacete, la novela en ésos aspectos es bastante naturalista, es una descripción tal como lo recuerdo, como un chico de trece o catorce años; eran así, la sensación de adultos jugando con chicos adolescentes para llevarlos por el buen camino.
En realidad, el protagonista de la novela se pasa su vida echándolos de menos porque lo que hicieron fue echarlo. Cuando se mete en política hace sus comparaciones y los del Opus siempre salen ganando: "Aquellos si tenían clase y no estos". El caso es que el funcionamiento de ambas organizaciones, Opus y Políticos es muy parecido.
Cualquier persona con un mínimo de criterio con los políticos tiene que tragar carros y carretas. La cuestión es ésa: que trepando en una estructura muy cerrada y en un ambiente muy endogámico se llega a tener cargos de mucha responsabilidad que afectan a la vida de muchas personas. La gente no ha hecho su carrera en la administración, la hace en su partido.

La novela es en realidad una recreación de prototipos, no responde a gente en concreto. Hay gente que si responde a alguien real no son conocidos en absoluto; sí, el profesor e instructor del protagonista, por ejemplo, responde a un personaje de la vida real, lo describo perfectamente en el libro. Sin embargo ni me gastó putadas ni nada parecido, fue profesor mío en cuarto y quinto de carrera y todo lo que escribo lo inventé. Yo lo usé para construir un personaje, lo hacen todos los escritores, la novela ni mucho menos es una venganza contra nadie. Si acaso contra el sistema.
La verdad es que el mundo en general es bastante indignante lo mires por donde lo mires. Es un repaso a todos los estamentos sociales, la política, la iglesia, el mundo académico, etc., y ahí si hay un ajuste de cuentas pero contra lo genérico no lo particular. Escamoteé el nombre de la ciudad en ese sentido también para que no se centre la historia en un sitio y se pierda el valor "universal" que pueda tener porque eso también pasa en todas partes y en cualquier ciudad española. Me obligué a hacer una reducción drástica de páginas. La novela original me salió con más de 700 páginas y cuando llegó el momento de publicarla tuve que pegarle otra poda. Con lo cual la novela original es como un 30 por ciento más de lo que se publicó.

El Brillo de los Días. Publicado en el diario La Verdad de Albacete. 28/12/2008

25.12.08

Los Fantasmas de Edimburgo, por Monsieur Leve

Una vida disparatada, exasperada, caótica; una vida sin desperdicios, liquidada. Eso es lo que sucede. Una vida encanallada desde la repelente niñez a la madurez más cutre y descabellada. Una vida nada ejemplar basada en la más sólida corrupción moral y en la ética más irreverente. Una mierda de vida, para entendernos, de un personaje asqueroso y repugnante y desaprensivo que hace de Torrente una ursulina. La historia de una desfachatez. Los fantasmas de Edimburgo, de Eloy M. Cebrián es la novela más divertida, irreverente y mejor escrita que yo he leído desde hace muchos años. Un marasmo de vidas horrorosas, sucias, imperdonables y desprovistas de sentido, que se cruzan en episodios sombríos, unidos por un hilo de acero herrumbroso que cose los cerebros con dolorosa precisión. Carver se queda en mantillas. La escueta desdicha. Arropémoslo. Le ha salido un hijo que escribe cien veces mejor que él. Celebremos a Eloy M. Cebrián.

Monsieur Leve

7.12.08

Gijón, crónica del nuevo cine



La última semana de noviembre tuvo lugar el Festival Internacional de Cine de Gijón, una de esas citas que justifica 732 kilómetros de viaje en coche, con ventoleras contracorriente, nieve, temporal, cadenas (si las tuviera y supiera colocarlas correctamente) y permanente lluvia. Antonio Campos, neoyorquino, es el director de la película Afterschool. En la rueda de prensa donde presentó su película afirmaba que "el cine está muerto, pero lo que hay después de esa muerte está siendo maravilloso". Lo que hay después de esa muerte del cine está siendo sorprendente y había que comprobarlo. Gijón y su Festival bien valen esa pequeña aventura viajera.


Cartel del Festival de Internacional de cine de Gijón




El tic-tac del parabrisas te introduce directamente en el tacatac-toc de la sala de maquinas de un decrépito mercante que amarra en un perdido puerto de la Tierra de Fuego, un lugar inhóspito y glacial donde el cielo cae a borbotones sobre tus espaldas. Es Liverpool, la película. Farrel, hijo pródigo de aquel deshecho de la Patagonia aprovecha la parada en el astillero y carga su bolsa de Adidas con cuatro calzoncillos y una botella de Vodka, a la que de vez en cuando le arrea un tiento. Se le ha ocurrido ver a su madre a quien perdió la pista hace muchos años. La caminata entre la nieve hasta la carretera para hacer auto-stop es un plano interminable. No hay prisa. Lisandro Alonso, su director argentino, nunca tiene prisa con los planos. "Hay gente que dice que mis películas son lentas. No estoy capacitado mentalmente ni físicamente para hacer otro tipo de películas", dice. Lisandro es un tipo simpático, pero es lento. Le vimos más tarde en una concentración contra la violencia de género en la Plaza del Ayuntamiento de Gijón, dicharachero y contento, en la fiesta nocturna divertido y rompecorazones, pero cuando se inventa a Farrell se transforma en antisistema y se eterniza: "Estoy cansado de que todo lo que no tiene un formato o una ventanilla de Hollywood se considere experimental y no es así". Farrel come un pote en el rincón de una cantina de aldea que huele desde Gijón. Nadie dice nada. Solo se oye el rumor del viento y la cuchara. Solo se observa la nevada. "No escribo guiones, miento a los colaboradores con que va a pasar algo. El guión es de dos folios y lo cambio cuando conozco a los personajes de la región donde ruedo. No me interesa provocar, me interesa lo ingenuo", mira alrededor y murmura "No se como voy a salir de esta". Liverpool, la película, ha ganado el Premio Principado de Asturias al Mejor Largometraje del Festival.

Cartel de la película ganadora, Liverpool

Abycine y Gijón
La lluvia y el viento de Gijón a veces incomoda. Los cines, la sala de prensa, los garitos nocturnos, están estratégicamente situados para que todo te pille a mano. El Festival ofrece un menú para todos los gustos: sección oficial de largometrajes, cortometrajes, los ciclos: Enfants Terribles para menores de doce años y mayores de trece; no ficción y documental; cortos españoles; directoras europeas en el nuevo milenio; utopías yankys; concursos -"No nos cuentes películas ¡hazlas!"-; animación Studio Aka; día de Asturias; exposiciones, fiestas y conciertos... los cines Centro y el Teatro Jovellanos se convierten en tu salón de estar y el Antiguo Instituto la cocina. Tus necesidades las haces en el Café Dindurra; allí me cito con José Manuel Zamora, director de Abycine, el festival cinematográfico de Albacete que guarda cierta analogía y complicidad con el de Gijón. "Ambos buscamos líneas arriesgadas" me dice en pleno carajillo de coñac, "Gijón y Albacete somos festivales hermanos. No abunda esto en festivales cinematográficos. Festivales que sean tan atrevidos no hay tantos en España. Buscamos los mismos campos casi: riesgo e independencia tanto a nivel nacional como internacional. Ellos tienen más presupuesto y pueden trabajar un poco más lo internacional. Nosotros nos hemos estrenado este año con lo internacional".







En Gijón, que ahora celebra su ¡46 Festival!, comenzaron como Semana del Festival de Cine para la Infancia y la Juventud. y tenían una línea más convencional. En ésta nueva estructura incluyeron el riesgo, el formato de la música, los ciclos de cine y música, monográficos especializados, etc., en Gijón se mide la temperatura del cine contemporáneo más vivo. "Como novedades la idea que tenemos nosotros en Albacete es hacer una exposición de relecturas del cine clásico en clave contemporánea, utilizando soportes videográficos y con instalaciones. Pasa lo mismo con la música, los conciertos, como no hay una oferta en otros certámenes nos interesa programar eso, o espectáculos de fusión. Nuestra relación con Gijón es estrecha, hay programación de Abycine que se está poniendo aquí. La película de los Surfin´ Bichos, un corto ganador allí, etc". A Zamora le engancha la noche y los conciertos de nuevas tendencias que ofrece el Festival: The Piker Tones, Bimba Bosé & The Cabriolets, Russian Red, Manos de Topo, Los Coronas, The Kings of Makaha... llega cada mañana con las bolsas de los ojos en las rodillas, pero el tipo es astuto y aguerrido, sabe la importancia que tienen en estas ocasiones las relaciones personales y la suya con José Luis Cienfuegos, director del Festival de Gijón, está llena de guiños de connivencia. Veo además muchas caras nacionales conocidas de Abycine aquí. Compruebo pues la declarada complicidad.




Premios
A la hora de los premios cada uno tiene su favorita. Puede ganar Afterschool del americano Antonio Campos, una dedicatoria a la generación Si no lo veo (en internet) no lo creo. O bien, Ballast, premio al mejor director, Lance Hammer, en Sundance: la papeleta de un desgraciado en una ciudad moribunda del Delta del Missisipi. Como en Liverpool, con todo el tiempo del mundo para expresar rigurosos sentimientos en una familia silenciosamente destrozada. Como en Liverpool, premiada al final en todas las interpretaciones de sus principales protagonistas.


Ballast

Puede ser 35 Shots of Rum, de la francesa Claire Denis, el París que no es París sino sus afueras repletas del sistema nervioso que lo comunica, los raíles del metro. Una película de Amor con mayúsculas que al final alcanzó el Premio Especial del Jurado.

35 Shots of Rhum

O también, Stella, de la actriz, guionista y directora Sylvie Verheyde con quien tuve el placer de compartir un pitillo en la sala de espera (la calle) de su rueda de prensa. La película alcanzó una cerrada ovación en el último festival de Venecia y a mi me pareció la mejor pero "solo" alcanzó el premio al Mejor Guión; emocionante y tristemente premonitorio es el momento cuando el recientemente fallecido Guillaume Depardieu se despide de la niña: "No creo que volvamos a vernos". Stella es de la pocas películas del Festival que puede entrar en los circuitos comerciales. Espero no equivocarme esta vez.

Sylvie Verheyde, directora de Stella

"A los distribuidores les da miedo comercializar estas películas. Al público le mola ir a los festivales. Hacen sus circuitos de festivales por todo el mundo, es su ventana de exhibición. Los directores saben que, como en el caso de Gijón o Albacete, van a ir más gente a la exhibición del festival que a cualquier sala comercial" termina confesando José Manuel Zamora.

Ella es Stella. Léora Barbara

1.12.08

Flashing: La Seara

Es una antigua canción del Valle de La Seara, en Lugo. La recordamos un verano en su vieja y olvidada escuela:
La Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra; Ataulfo, Recaredo, Wamba y Don Rodrigo; Kopa, Puskas, Di Stefano, Rial y Gento; España limita al norte con el Mar Cantabrico... Don Otelo en el altillo y una mariposa alargando su lengua