27.4.08

Cambio de Título


Estas cosas pasan. A uno se le ocurre homenajear a Jimi Hendrix en su blog personal con el título de una de sus piezas preferidas, Room Full of Mirrors (Habitación llena de espejos), y la editora española Robinbook 07´, obviamente desconociendo mi aventura, lanza una biografía sobre la vida de Jimi Hendrix con el mismo nombre. La escribe Charles L. Cross, que ha realizado su trabajo para hacerlo coincidir con el 30 aniversario de su muerte. Vaya.

Nada, que no me parecía oportuno titular el blog como un libro, aunque fuera sobre Hendrix y me veo obligado moralmente a cambiar de nombre. Ahora estos manifiestos personales se publicarán bajo el nombre de Stone, un nombre más genérico y globlal que me lleva a otros divos como Miles Davis, Muddy Waters o el propio Hendrix (Stone Free). El caso es festejar la memoria. Stone se renovará cada semana.

21.4.08

Los Discos de la Vida

Los Imprescindibles. Los Diez de la Isla


Miles Davis. Kind of Blue.
1959. Una inmensa obra de arte. Toda una declaración de intenciones tras los años de experiencia con Charlie Parker y Dizzy Gillespie. Grabado en 1959, el álbum reúne los vientos portentosos de John Coltrane y Cannonball Adderley, en el mejor momento de sus respectivas carreras y el piano del siempre eficaz Bill Evans. Paul Chambers y Jimmy Cobb completan la sección rítmica. Todos los temas son clásicos standars del jazz. Representa un antes y un después en la historia del género. En 2009 se celebra por tanto el cincuentenario de su edición y habrá que sacar el champán.



Bob Dylan. Blonde on Blonde.
1966. El primer álbum doble de la historia del rock. Dylan había superado con creces la sofoquina de Newport con dos elepés magistrales, pero fue en éste donde desarrolló plenamente su ideario musical. Le acompaña The Band y además Al Kooper y Charlie McCoy. Algunas letras surrealistas, en el tono de su libro Tarántula, impregnadas de blues y retazos de pop (I want you) hacen de este disco una absoluta premonición de lo que vendría después: un catálogo irrepetible.



The Beatles. Rubber Soul.
1965. Lo cierto es que fue un álbum hecho con las prisas de aprovechar su apoteosis (sólo transcurrieron dos meses del anterior, Help!). Y sin embargo tiene el privilegio de ser considerado el primer álbum conceptual de la historia del pop. Nuevos instrumentos, alterar la velocidad de las cintas de grabación, letras en la línea dylaniana, una portada original con el LSD de analgésico inspirador y un montón de obras de arte, marcarían su inminente futuro en la explosión de Revólver y Sgt. Peppers.



John Coltrane. Blue Train.
1959. Considerado por muchos como el primer álbum auténticamente de solos de Coltrane y el primer grabado con músicos y canciones exclusivamente de su elección. Todas las piezas fueron compuestas por Coltrane, excepto una, I'm Old Fashioned. Es el hard-bop de la época y el favorito del músico a juzgar por alguna declaración que hizo. La pieza ha sido reeditada varias veces con remasterizaciones y añadidos (bonus track). Otro gran punto de inflexión, con A Love Supreme, en la historia del jazz.



Fela Kuti. Expensive Shit.1975. Fela es el Afrobeat en esencia, pero su música representa algo más que la implicación politica, liberadora, que le ha definido: Es directa, primitiva y recoge, como ningún músico africano ha conseguido, el auténtico sonido del continente oprimido. Las raíces, los momentos culminantes de un discurso apocalíptico, la burla y el regate al opresor y, sobre todo, musicalmente, la identificación clarividente de que todo llega de allí. África en vena.



Bob Dylan. New Morning.
1970. Punto final a una excursión que le llevó por los anchos caminos del country (Nashville Skyline), el folclore americano (John Wesley Harding) y el siempre tentador mundo de las versiones (Self-portrait). Dylan vuelve al estilo personal de Blonde on Blonde y en su experimentación aborda alguna referencia al jazz y al blues más ortodoxo. Es la antesala de Blood on the tracks, la gloria de nuevo, pero es extraordinariamente personal. Esta canción la incluyó George Harrison en su triple álbum All Thing Must Past, donde, por cierto, Dylan también intervino.



Jimi Hendrix. Electric Ladyland.
1968. Un disco que cierra la gran trilogía de todo lo que posteriormente se ha basado el rock, la de Jimi Hendrix y su Experience (con Are you experience? y Axis bold as love). Incómodo ya con su propio trío, Hendrix pidió ayuda a algunos amigos (Steve Winwood, Al Kooper, Chris Wood, Buddy Miles) asumiendo que se cerraba una etapa. El disco es una enciclopedia de estilos y formas y contiene la imponente versión de All along the watchtover, una tremenda canción de su adorado Bob Dylan.

Frank Zappa. Overnite Sensation.1973. Otro álbum clave. En esta caso en la historia de la propia discografía de Zappa. Su concepto nada tiene que ver con su numerosa obra anterior. El sonido es mucho más accesible, siendo reconocido de inmediato como el gran músico que era, lejos de sus anteriores discursos, parodias y cambios constantes de una música que rozaba el surrealismo. Utilizaría los mismos músicos que en Apostrophe, su siguiente álbum, es decir, una Selección Mundial jamás vista anteriormente en unos estudios de grabación y mucho menos en un espectáculo en directo.



Herbie Hancock. Dedication.1974. Primer álbum de Herbie Hancock como pianista en solitario, además de una sorprendente rareza en su discografía. Grabado en Japón en un solo día y, posiblemente, en una sola toma para cada pieza. Lo destacado de Dedication es el ejercicio de improvisación y experimentación que propone, inédito hasta entonces en la carrera del pianista, al menos de manera tan clara. Aquí reinterpreta varias de sus composiciones para trabajos previos: Maiden voyage y Dolphin dance, ambos de Maiden Voyage (1965), Cantaloupe island, de Empyrean Isles (1964), y el inédito Nobu.


Blind Faith. 1969
Cuando apareció en España, con otra portada, absolutamente deplorable, la fiebre de los Supegrupos acababa de iniciarse. Nada menos que Cream, Traffic y Family unidos en un sólo proyecto. Ola de deserciones en los grupos británicos, decía el titular de Fans, viejo manifiesto nacional. Eric Clapton, Ginger Baker se unían a Steve Winwood y Rick Grech y demolían su pasado bluesero y psicodélico. Todas las canciones son formidables, pero hubo una que marcó el resto de mis días: Do What You Like. Una exhibición, ahora creo que un poco exagerada, de las posibilidades que reunían cada uno de los músicos.

2.4.08

Jinetes en la Tormenta

Hay cuatro killers en la carretera
Sus cerebros se retuercen como un sapo
Tomo unas largas vacaciones
Dejo que los niños jueguen
Si les das un pasillo a estos personajes
Sólo jugarán sus esclavos

Killers en la carretera, si